El día que se estrene esta película, le voy a pedir a mi cardiólogo que me acompañe a verla. Y a mi oftalmólogo también, porque seguro que los ojos me quedan cruzados ante tanta belleza. Y a mi psicóloga... porque no sé si voy a poder superar el shock.
Encima miren quién la dirige! Tiene que ser buena!! No sé, no me pregunten si prefiero al rubio o al morocho. Los quiero a los dos por igual. Y lo mejor es que los dos actúan muy bien.
Pasado el momento baboso, continuamos con la programación habitual. ¿Qué? ¿O acaso ahora me van a decir que tampoco puedo hablar de hombres lindos?