Lo peor de ir a ver esta película no es solo la indignación de saber que era mala antes de entrar, sino oir las risas forzadas del público en la sala y saber que no es que les haga gracia. Lo que pasa es que también se acaban de dar cuenta de la mierda que es lo fueron a ver y pasa algo insólito: Las boludeces de Will Smith y su triste elenco en pantalla no son tan graciosas como los gritos frustrados de la audiencia. Un insulto para quienes disfruten ir al cine. No tiene nada que valga la pena. Evitenla, a toda costa. Pido perdón por haber ido a ver esta bazofia. No volverá a ocurrir.